Diane
Taylor tiene 92 años de edad, algunos bisnietos y una rutina muy activa en
Londres. En todos estos años podemos decir que la simpática abuelita vivió de todo, pero
nunca un episodio como el que pasó en el barrio Harlow, cuando al
intentar comprar una botella de whisky, la empleada del supermercado lo
solicitó su documento para comprobar que era mayor de edad.
Doña Diane explicó que no llevaba el documento de identidad, pero sacó
todo lo que tenía en su cartera para
comprobar que había cumplido los 18 años varias décadas antes. Ni la boletera del ómnibus,
ni el carnet de salud, ni un marcapaso fueron aceptados como comprobante, y la
botella de whisky infelizmente no salió del supermercado.
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