La empleada que fue despedida tras donarle el riñón a su jefa

Debbie Stevens tiene 47 años y dos hijos a su cargo. Funcionaria de una concesionaria en Florida (USA), se conmovió con el drama vivido por su jefa, que necesitaba con urgencia un trasplante de riñón.  Como su riñón no era compatible con el organismo de su jefa, el arreglo fue que Debbie donase su riñón a otro paciente. De esa forma, su jefa recibiría el órgano de un donador compatible.

La operación fue exitosa y Debbie decidió retomar su actividad laboral antes que le dieran el alta domiciliaria. Sin embargo, el haberse salteado el reposo le hizo mal. Siguiendo los consejos de su médico, Debbie faltó al trabajo durante tres días. Su jefa la convocó a comparecer con urgencia en la concesionaria.

Cuando Debbie llegó a la empresa, su jefa le comunicó que había sido despedida por haber faltado esos tres días. Le dijo que no podía dedicarle un trato diferencial, sólo porque fue generosa y le donó su rinón. Frustrada, Debbie inició un proceso legal contra la empresa.